Mundial de Clubes 2025, alerta de calor en EE. UU. "Me dolían hasta las uñas, no podía parar ni volver a empezar": la queja de Llorente.


El termómetro roza los 35 grados , la humedad es sofocante y los jugadores sufren. El fútbol mundial ha optado por ignorar la realidad climática. Esto se demuestra con lo que ocurre en Estados Unidos , escenario de la primera edición de la Copa Mundial de Clubes de la FIFA . Mientras la competición toma forma y alterna partidos decentes con resultados decepcionantes, surge con fuerza un problema que amenaza con distorsionar la regularidad y la seguridad del evento: el calor extremo .
Las protestas comenzaron con quienes vivieron el campo en primera persona. El primero en denunciar la situación fue Marcos Llorente , centrocampista del Atlético de Madrid , al final del partido contra el PSG , disputado al mediodía en Pasadena , California. "Es imposible. Hace un calor terrible . Me duelen los dedos de los pies, las uñas , no podía parar ni arrancar . Es increíble, pero como a todos nos pasa lo mismo, no hay motivo para quejarse ", declaró con una mezcla de frustración y resignación.
En 1994 , el último Mundial en Estados Unidos, la final Brasil-Italia se disputó en Pasadena con temperaturas de 40 grados a la sombra. Hoy, la situación se agrava por un clima aún más extremo. La voz del entrenador del PSG, Luis Enrique, también reforzó la queja de Llorente: «El partido estuvo claramente influenciado por el calor . El momento es perfecto para la afición europea, pero los equipos están sufriendo». El entrenador enfatiza cómo el dictado de los derechos televisivos ha vuelto a prevalecer sobre cualquier consideración ambiental y deportiva.
El problema radica en los horarios elegidos para los partidos: mediodía , o 15:00 y 18:00 hora local. Un horario diseñado para satisfacer las necesidades televisivas del público europeo, pero que obliga a los equipos a saltar al campo en pleno mediodía, con temperaturas superiores a los 30 grados y niveles de humedad que alcanzan el 60-70%. No es que la situación mejore mucho después del atardecer: en el debut del Inter Miami , a las 20:00 hora local, el termómetro marcaba 28 grados y una humedad del 76%.
El escenario corre el riesgo de repetirse , y con proporciones aún más graves, en el Mundial de 2026 , que se celebrará en Estados Unidos, Canadá y México durante los mismos meses de verano. Las ciudades elegidas, desde Dallas hasta Miami, desde Los Ángeles hasta Kansas City, llevan años lidiando con veranos cada vez más calurosos. Sin embargo, la FIFA sigue ignorando el problema, que cree poder resolver con una pausa temporal . El gigantismo del fútbol moderno, impulsado por la lógica empresarial y televisiva, muestra una vez más toda su fragilidad. Los formatos se expanden, los partidos se multiplican, pero el contexto ambiental queda sistemáticamente excluido de cualquier reflexión.
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